Departamento de Investigación y Extensión

De acuerdo con la Ley Orgánica de Educación de la Provincia de Río Negro, la Extensión es una de las funciones de los Institutos De Formación Docente Continua. En este sentido, la normativa expresa que esta función está “orientada a constituir a los Institutos de Formación Docente continua de la provincia en centros didácticos y pedagógicos en los que se promueva el desarrollo de materiales didácticos, de experiencias de innovación; donde se promuevan relaciones democratizadoras del conocimiento que circula y se produce en ellos y donde se ejerzan acciones comunitarias tendientes a profundizar la justicia escolar en su zona de influencia” (Artículo Nº117).

La inclusión de la Extensión, en la Ley 4.819, como una de las funciones que deben desempeñar los IFDC de la provincia, se encuadra en una progresiva revalorización de este tipo de actividades en las instituciones de educación superior y en el creciente compromiso de estas últimas a contribuir con la transformación social.

Si bien la función de Extensión comenzó a desarrollarse en las universidades inicialmente en Inglaterra, hacia fines del siglo XVIII, en el plano latinoamericano fue la Universidad Nacional de La Plata, en Argentina, la que la reconoció desde su creación en 1905 como una de las tres funciones elementales de la institución, además de la investigación y la docencia. En este contexto, la difusión de la actividad extensionista en el continente se produjo desde perspectivas ideológicas diferentes, como por ejemplo en países como México y Perú. Posteriormente, la irrupción del movimiento reformista en Argentina –con epicentro en Córdoba en 1918- constituyó un hito trascendental en la valorización de la extensión a escala Latinoamericana.

No obstante, recién en las últimas décadas se avanzó en la definición de la Extensión como un proceso interactivo, un diálogo y un intercambio simétrico de las instituciones de educación superior con el entorno cultural, social y productivo, mediante cual se construye el conocimiento. De este modo, se entiende que el conocimiento debe ser plenamente permeado por los saberes y demandas del medio, como así también democratizado, asumiendo las instituciones de educación superior su rol como agentes de la transformación social.